El documento, que tendrá una vigencia de cuatro años, limita el fondeo en tres calas y contempla boyas experimentales en otras tres para evaluar el comportamiento de las praderías de posidonia
El nuevo plan que regulará todas las actividades que se llevan a cabo en el ámbito marino del Parc Natural del Cap de Creus contempla la prohibición de la navegación de motos acuáticas, la reducción del número de boyas destinadas a buceadores –de 37 a 25– y que el fondeo libre de embarcaciones superiores a los 12 metros de eslora se realice a más de 25 metros de profundidad, lejos de las calas.
Son algunas de las medidas con las que la Generalitat quiere reducir la presión náutica sobre una zona cuyos usos y usuarios se han disparado desde la pandemia. El 90% de las embarcaciones se concentran en el entorno de las calas y solo un 10% de las barcas recreativas se amarran a boyas. El resto tira el ancla, según la memoria de impacto del proyecto del Pla Rector d’Ús i Gestió (PRUG) del ámbito marino del Parc Natural del Cap de Creus.
Presión náutica
El 90% de las embarcaciones se concentran en el entorno de las calas y solo el 10% se amarran boyas
El documento, que tendrá una vigencia de cuatro años, prorrogables otros cuatro, quiere evaluar también el efecto que las embarcaciones de menos de 12 metros puede tener sobre el fondo marino.
En este sentido se prevé crear tres campos de boyas experimentales en las calas Rostella, Guillola y Taballera (fuera de esos campos de boyas se permite el fondeo libre) y se limitará el fondeo, con prohibición expresa de tirar el ancla, en las calas Murtra, Jugadora y Galladera.
Prueba piloto
En las calas Murtra, Jugadora y Galladera se limitará el fondeo, con prohibición expresa de tirar el ancla
El objetivo de esta prueba piloto es “disponer en unos años de datos concluyentes sobre si el fondeo o los campos de boyas generan impactos significativos en las praderías”.
Pero hay más novedades en un documento que prevé salir a exposición pública el próximo verano. Se crean dos zonas de pernoctación –hasta ahora prohibida– y se limita a 10 nudos la velocidad máxima de navegación en aguas del parque.
Velocidad máxima permitida
El documento limita a 10 nudos la velocidad máxima de navegación en aguas del parque
El plan limita también la navegación nocturna y se fijan zonas sin extracciones pesqueras en las reservas naturales parciales. El PRUG también regula los usos profesionales, deportivos, educativos y científicos en el ámbito marino, que ocupa el 22% de la superficie del parque e incluye los municipios costeros de Roses, Cadaqués, Port de la Selva y Llançà.
Actualmente la Generalitat está estudiando las 111 propuestas recibidas durante el proceso participativo que, una vez estudiadas, serán devueltas al territorio.
Los submarinistas ven insuficientes las boyas y la pesca advierte de “graves” prejuicios para su sector
La Associació Cultural Submarinista Mar d’Amunt considera que faltan boyas en puntos concurridos y de belleza paisajística como Massa d’Ors, la Costa del Xiulet, Fullola Gran, Bau de Fora. También ven “insuficiente” el número de boyas para submarinistas los centros de buceo que forman parte de la asociación de Centres d’Immersió del Cap de Creus.
La asociación que agrupa los intereses de la pesca marítima recreativa de superficie, que según sus datos “solo” representan el 3% del total de capturas realizadas en la costa catalana, reclama que en aquellas zonas en la que el PRUG no permite la pesca, se pueda pescar sin muerte.
Los pescadores de la cofradía de Cadaqués lamentan que el documento prohíba las capturas en la zona de los Tres Frares hasta la Punta del Molí, “un calador histórico de interés prioritario para la pesca artesanal”. Alertan que su cierre comportaría “graves prejuicios” para el sector pesquero local.
La Associacio Catalana de Ports Esportius i Turístics pide armonizar la velocidad máxima permitida en aguas del parque a la que se registra en otros parques naturales próximos como el Parque Nacional francés de Port Cros. Así reclaman poder navegar a 15 nudos en sus aguas y no a 10 como estipula el documento.
Tampoco ven justificada la medida que prohíbe el fondeo en las calas Murtra, Jugadora y Galladera y alertan que eso “aumentará la presión en calas próximas no protegidas” y ven insuficientes las boyas que prevé el documento para las calas Taballera (21) y Guillola (23) para “satisfacer la demanda real”.
También reclaman que se amplíe la eslora máxima permitida para fondear a menos de 25 metros de profundidad a 24 metros y no a 12. De no ser así, las embarcaciones de más de 12 metros dejarán de tener acceso al fondeo en zonas donde “pueden refugiarse del viento”, según denuncia la Associació d’Usuaris d’Embarcacions d’Esbarjo de Cadaqués.
Un « documento de mínimos » para los ecologistas
Un total de 27 entidades ecologistas de Catalunya piden la aprobación del PRUG del Cap de Creus y su puesta en marcha sin “ni un solo recorte”. Reclaman a la Generalitat que “no ceda” a las presiones de subsectores económicos vinculados a la pesca, la náutica y el submarinismo. Entienden que se trata de un “documento de mínimos” y que eliminar o reducir algunas de las propuestas planteadas supondría “perder la oportunidad” de proteger el espacio, veinte años después de su aprobación como parque natural. La comunidad científica reclama ser aún más restrictivo. El profesor de la Universitat de Barcelona Bernat Hereu recuerda que en la política europea existe el compromiso para el año 2030 de tener un 10% de los mares gestionados como áreas marinas de protección total donde cualquier actividad extractiva esté prohibida. Reclama que no se permita ningún tipo de pesca en las zonas de Reserva Natural Parcial.